Los CEO deben ser los principales motores para llevar adelante las acciones necesarias para que las organizaciones puedan enfrentar las diferentes crisis que se presenten.
Deben olvidarse de los planes de contingencia y diseñar estrategias diferentes, acordes a los cambios que se avecinan. Tienen que exhibir su propio valor agregado demostrando su compromiso y liderazgo dentro de la organización.
Es tarea fundamental del CEO contribuir en el aumento de la productividad y reducir los costos.
Aplicar la sensatez en el trabajo es una gran virtud del CEO, indispensable para quienes cuentan con un grupo de personas a cargo. Sin olvidar que de la prudencia depende la visión y la capacidad de innovar frente a lo inesperado.
Es fundamental contar con un CEO que tenga iniciativa para lograr anticiparse a los acontecimientos arrastrando al grupo de trabajo hacia el mismo objetivo.
Un CEO también necesita una alta cuota de fortaleza, moral y profesional con relación a los enfrentamientos que deba sortear. Debe proyectarse y tener una mirada desde afuera de la organización para lograr de esta manera ver todo el panorama y evaluar todas las opciones.
Es clave que el CEO pueda mantener un modelo flexible y participativo, que fomente el trabajo en equipo y la generación de ideas creativas.
Recordemos las principales competencias del CEO:
- Desarrollar un pensamiento estratégico para la organización.
- Contar con capacidad para el aprendizaje que es esencial para generar cambios.
- Innovar, dándole espacio a las personas que forman el grupo de trabajo, generando nuevos negocios y el crecimiento del equipo.
Es clave que el CEO pueda mantener un modelo flexible y participativo, que fomente el trabajo en equipo y la generación de ideas creativas.